A raíz de diversas investigaciones realizadas sobre el funcionamiento del cerebro, la Neurociencia ha conseguido valiosas aportaciones a las ciencias de la Educación y nos ayuda a entender cómo aprende el cerebro.
Dichas investigaciones señalan que para construir aprendizajes significativos es fundamental que esté asociado a una emoción, ya que esto activará nuestra atención y el cerebro almacenará de forma efectiva la información.
Debido a esta nueva forma de entender el funcionamiento del cerebro, han surgido nuevos métodos de enseñanza como el aprendizaje basado en juegos, que es una práctica pedagógica que utiliza la capacidad motivadora del juego como vehículo para asimilar cualquier contenido educativo. Esta técnica permite crear estrategias, planteamientos o herramientas lúdicas con el fin de que el estudiante adquiera o mejore su conocimiento.
Al utilizar el juego como herramienta para el aprendizaje:
- Estimulamos la curiosidad y creatividad de los niños(as)
- Contribuimos al desarrollo psicomotriz, cognitivo, social y afectivo.
- Proporciona un ambiente de aprendizaje agradable para los alumnos porque se divierten y disfrutan de las actividades.
- Promueve la participación activa, el alumno(a) tiene la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos y a su vez, construir nuevos aprendizajes.
Recuerda que no aprendemos al memorizar, sino al experimentar, practicar e involucrarnos.
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