Por la cooperación internacional y el entendimiento mutuo de las personas.
La palabra solidaridad proviene del latín solidus que significa sólido, firme; la cual encuentra su origen en el prefijo sol– cuyo significado es entero, completo. Así pues, solidario es aquel que participa de lo que es entero, interpretado también como aquello que forma parte de un todo, una causa común, en este caso relacionado con la humanidad.
Es buen momento para reflexionar sobre cómo cada persona vive la solidaridad en el día a día, tanto en un sentido singular, es decir, tu sentir de firmeza emocional, con tus seres queridos y en sociedad, así como en el sentido que acoge al resto de las personas que conviven en diferentes espacios, el trabajo, la ciudad e incluso a nivel global.
También tenemos a la solidaridad como uno de los valores fundamentales de las relaciones personales e internacionales para proporcionar apoyo a quienes lo requieran. Por lo tanto, en el contexto de la globalización y los crecientes desafíos de la desigualdad, es esencial fortalecer la solidaridad internacional.
Para las Naciones Unidas, la solidaridad es un pilar central de la cooperación internacional, es un valor moral que debe aplicarse para apoyar la relación entre los pueblos y naciones del mundo y es es por tanto, uno de los aspectos clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es decir, entra en el plan de acción mundial a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que tienen por objeto asegurar el progreso social, económico y sostenible.
Es por esto que en la Asamblea General, (la cual es el órgano de la Organización de las Naciones Unidas) donde se toman las decisiones más importantes del mundo de forma democrática, se decidió designar el 20 de diciembre de cada año como el Día Internacional de la Solidaridad Humana.
No dejes pasar la oportunidad de darte un tiempo para reflexionar en la solidaridad, en todo lo que abarca y practicarla cada día, a continuación te proponemos algunas acciones que puedes hacer a favor de la solidaridad:
- Ayudar a una persona mayor a cruzar la calle.
- Ayudar a un compañero de clase.
- Donar medicamentos, juguetes o ropa en un hospital o albergue.
- Trabajar de voluntario en una ONG o una comunidad.
- Donar dinero a alguna causa social.
- Escuchar a un adulto mayor en su casa o en un asilo.
- Ceder tu turno o tu puesto a un anciano, mujer embarazada o persona con discapacidad.
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