¿QUÉ ES EL TRASTORNO DEL PROCESAMIENTO SENSORIAL (TPS)?

El Trastorno del Procesamiento Sensorial, según la página web Autismo Diario, es un trastorno complejo del cerebro que afecta la manera en que se experimentan las sensaciones (vista, sonido, tacto, olfato, gusto y movimiento) y su organización dentro del comportamiento.

En palabras más sencillas, es la falta de coordinación entre los diferentes sentidos, de tal forma que los estímulos recibidos no se procesan de forma adecuada y por lo tanto no se responde de forma correcta ante los diferentes estímulos. Por eso, podemos observar que algunos niños se sienten bombardeados con información sensorial y prefieren evitarlos; o bien, niños que parece que no se dieran cuenta de los estímulos que los rodean y se muestran indiferentes.

“Según algunos estudios, se estima que entre el 60 y el 95% de las personas con autismo presentan un TPS” (Diario Autismo, 2015). Sabemos que el autismo es un desorden sensorial de gran impacto, ya que las áreas más afectadas en este trastorno están ligadas al procesamiento sensorial. Se puede ver cómo a mayor cantidad e intensidad de sentidos afectados, mayores serán las dificultades de los niños, pero eso no significa que sean aspectos que no pueden ser abordados.

“Durante mucho tiempo se asoció el autismo al aislamiento, a la carencia de respuesta de estímulos. Hoy sabemos que autismo no significa aislamiento, sino todo lo contrario” (Diario Autismo, 2015).