¿Envolver a un bebé recién nacido?

Aunque envolver en sábanas a un bebé desde su nacimiento sea una práctica común incluso en hospitales, un recién nacido tiene necesidades propias de su edad que debemos considerar al tomar ciertas decisiones.
Antiguamente esta técnica se utilizaba para mantener recta la espalda del recién nacido. Es importante mencionar que la postura del bebé no es la misma que la de un niño mayor que gatea o camina. No es necesario estirar y envolver sus piernas para “corregirlas”, porque su postura normal en esta etapa de su vida es tenerlas flexionadas y separadas.

Qué podemos hacer

Otra de las razones por la que algunas personas recomiendan esta costumbre es que al ser envuelto el recién nacido logra dormir por períodos más prolongados durante la noche. Dado que los ciclos de sueño de un bebé pueden ser agotadores para los padres, es natural que se busque tranquilizarlos de cualquier forma posible.
El objetivo de envolver al bebé recién nacido en una manta es recordarle la agradable sensación que tenía dentro del vientre de su madre. La clave es ceñir una manta alrededor del cuerpo sin apretarla demasiado. De preferencia debe tratarse de una manta de algodón que no sea muy gruesa.
Al sentirse rodeado por una manta suave, se ayuda al bebé a calmar el llanto y en ocasiones incluso a aliviar los cólicos.

¿Qué sucede si envolvemos al bebé recién nacido de una forma muy apretada?

1. Puede provocarse una deformación o un retraso en el desarrollo de la articulación de la cadera e incluso se puede ocasionar una luxación.
2. Puede ponerse al bebé en una situación desprotegida, ya que le sería imposible tratar de moverse si queda en una posición peligrosa, de la cual podría ponerse a salvo por sí mismo teniendo los brazos y piernas libres.
3. Dificulta la respiración si se presiona mucho el pecho y la espalda.
4. Si el bebé tiene menos habilidad para despertarse podría estar somnoliento y reclamar menos el pecho materno.

Además, si la razón para envolver a un bebé es que no tenga frío, es mejor crear un ambiente que le sea cálido y cómodo. De esta forma se le puede colocar en el espacio donde duerme sin ropa pesada y voluminosa que le impida moverse. También el recién nacido estará libre para recibir estímulos del medio ambiente sin ningún obstáculo y será capaz de responder con el movimiento de todo su cuerpo. Esto más tarde le servirá para desplazarse y lograr su independencia física.