¡Mi familia habla otro idioma!

Las incongruencias del lenguaje encontradas por una persona con autismo

Hace algunos años a mi mamá y a mi papá les dijeron que yo tenía autismo. Bueno, les dijeron que tengo algo que se le llama síndrome de Asperger, que es parte del espectro del autismo. Les explicaron que presentaría problemas para comunicarme, para interactuar con los demás, para entender sus emociones, algunas dificultades en el lenguaje y otras áreas que no recuerdo ahora mismo, pero que por esta razón necesitaría una atención especial por parte de profesionales y de ellos.

Si me preguntas sobre el autismo, no te puedo dar una definición por mi cuenta porque en la escuela, en mi casa o con los demás miembros de mi familia han intentado explicarme que yo veo el mundo de una manera diferente a la de ellos. Sin embargo, no comprendo por qué dicen eso, si tengo dos ojos también, veo los mismos colores y las mismas cosas; además que no tengo algún problema que me haga necesitar lentes.

Y qué bueno que menciono esto, porque creo que los que tienen problemas son ellos. Creo que en mi familia tienen problemas para hablar, o de lenguaje como les dicen los especialistas. Hablan cosas que no tienen ningún sentido. Y me he dado cuenta que no solamente es en mi familia, es en todas partes a donde me llevan. Todos tienen el mismo problema, no los entiendo. Es como si hablaran otro idioma. En ocasiones hasta me río de ellos por lo que dicen; a veces se dan cuenta y me han dicho que eso a las personas no les gusta.

Digo que mi familia tiene problemas de lenguaje porque dicen cosas que son incorrectas. Hablan cosas imposibles. Dicen que yo no entiendo, pero ellos no entienden que si hablaran bien, yo los entendería. Por ejemplo, mi mamá el otro día le dijo a mi hermano: “Te llamé mil veces”; no quise decirle nada a mi mamá, pero yo estaba ahí y solamente le llamó tres. ¿Ven? Ellos son los que necesitan corrección.

Y otro día, mi hermano le dijo a mi papá que su comida había quedado deliciosa y, después de ello, mi papá lo volteó a ver con la cara que pone cuando algo no le gusta y le dijo “Pues para la otra, la haces tú”.

Me han explicado que a eso le llaman sarcasmo, cuando dicen una cosa pero que significa lo contrario. Por ejemplo, mi hermano quiso decir que la comida no estaba rica. ¡Se complican demasiado la vida, y me la complican también! Dicen que no comprendo el sarcasmo, pero lo que yo no comprendo es porqué a la gente no le gusta que le digan las cosas de forma directa; como ese día que a mi papá le quedó la comida muy mala.

A mí no me gusta que hablen con chistes, sarcasmo, dobles sentidos o con palabras que dicen tener un significado diferente al que realmente tienen. Por eso le he pedido a mi familia que me digan las cosas de una manera en que las comprenda.

Ah, sí, vuelvo al lenguaje. Como se dan cuenta, a mi familia les cuesta un poco de trabajo hablar correctamente. ¡Se inventan cada palabra! Creo que les iré enseñando a hablar. Si yo vivo en otro mundo —como a veces dicen—, pues me gusta más el idioma que se habla en el mío.