Aprender del fracaso – Parte 1
En esta ocasión quiero platicarte sobre el aprendizaje que cada una de las situaciones, positivas o negativas, nos puede nutrir como seres humanos. A veces, también nos toca ser alumnos y aprender de aquello que es inevitable: el fracaso, equivocarnos. Eso te puede hacer creer que no eres lo suficiente o te sientes menos.
En esta primera parte hablaremos sobre los aspectos que hacen que el fracaso pueda traer afectaciones. Primero, realiza una introspección de tu voz interior, sé honesto contigo mismo, pregúntate y contesta:
1. ¿Cómo es esa voz?
A) Bondadosa y comprensiva
B) Crítica y juiciosa
C) Me hace sentir culpable
2. ¿Se parece más a …?
A) Un amigo, porque me escucha, es empático y me motiva.
B) Un juez, que castiga y reprime.
C) Un saboteador, me hace sentir culpable y me desmotiva.
Si tu respuesta fue mayormente “B” y “C”, entonces es necesario que comiences a dulcificar esa voz, escucha a ese juez o saboteador y responde más como ese amigo que puede entender tu dolor o sentimientos dándote la motivación necesaria para poder seguir.
Además el fracaso causa dolor, pero este es ineludible, por lo que pude afectar la autoestima dañando la confianza y desmotivando. Los pensamientos de autosabotaje se fortalecen, si llegaran aumentar, una de las consecuencias es la depresión.
Ahora bien, esa voz interna juega un papel importante al momento de aprender del fracaso, porque este puede ser un limitante para creer en sí mismo o aplicar acciones positivas. Equivocarnos o fracasar es una situación que nos sucede a todos los seres humanos. ¿Qué hace la diferencia? El aprendizaje y cómo los superas.
En la segunda parte abordaremos algunas acciones que puedes ir realizando para que te permitan ser más consciente de lo que te corresponde aprender del fracaso y aplicarlas para mejorar tu vida.
Recuerda que de ser necesario busca llevar un acompañamiento con un terapeuta profesional para recuperar la estabilidad emocional y psicológica.