Aprender del fracaso Parte 2
Para recordar lo que hablamos en la primera parte, piensa un momento en un niño pequeño que está aprendiendo a caminar, se caerá muchas veces, incluso puede haber dolor, pero sus padres lo motivan a continuar y lo llenan de amor cuando este se golpea, haciendo que el niño continúe esforzándose en dar sus pasos solo. ¿Qué obtuvo? Mayor independencia de sus padres y saber que recibirá amor incondicional.
Ese mismo ejemplo utilízalo en alguna situación difícil que estés o hayas vivido. Tu voz interior será como esos padres (que te impulsan o te detienen) y las caídas son tus retos que te implican mayor energía para lograr un objetivo o sueño.
Anteriormente mencionamos que la diferencia es el aprendizaje y cómo superas el fracaso. Aquí te presentamos algunas acciones que puedes aplicar e ir implementando poco a poco:
- Apoyo emocional, escucha y deja fluir tus pensamientos y emociones.
- Encuentra las enseñanzas positivas.
- Busca ejemplos de personas que hayan fracasado y cómo lo afrontaron para lograr el éxito.
- Repensar en el objetivo o metas que sean más reales y escríbelos.
- Cumple por etapas tus metas u objetivos.
- Motivación que puedes encontrar en ti mismo, amigos, familia, etc.
- Asume tu responsabilidad, aquello que si puedes cambiar y aplicar acciones de cambio.
También es necesario ser flexibles en estas situaciones, porque el fracaso puede ocasionar que nos paralice y puede cambiar la percepción que tenemos de uno mismo. Existen fracasos que nos pueden llevar, además de un aprendizaje, al éxito. Todo es cuestión de voluntad y constancia.
Recuerda que los fracasos nos ocurren a todos, es importante aprender de ellos para crecer como personas. Si lo necesitas busca un acompañamiento con un terapeuta profesional para recuperar la estabilidad emocional y psicológica.