Atender una pérdida (Parte 2)

Al atender una pérdida, encontrar su sentido y comprender sus beneficios es de gran ayuda para sanar heridas. También nos permite reconstruir nuestros pedazos rotos, obtener una recuperación, darle significado al suceso y a nuestra vida.

Dotar de sentido a lo ocurrido es darse cuenta de las enseñanzas de la pérdida. Los beneficios son compartir estas enseñanzas al ayudar a otros que están viviendo la misma situación, crear conciencia, ser voluntario en fundaciones, etc.

No obstante, es importante que la persona que ha sufrido la pérdida, antes de dar sentido y encontrar beneficios, debe haber pasado o esté viviendo un proceso de duelo y cesado el dolor emocional, lo que permite la aceptación de la pérdida.

Se pueden hacer las siguientes actividades que nos permiten recuperar nuestra identidad y relaciones sociales, además de restablecer nuestro sistema de creencias. Esto considerando que la persona tiene la fuerza de voluntad y está emocionalmente dispuesta para realizarlas.

Sentido:

1. Pregúntate: ¿Por qué tuvo que suceder?
2. Realiza estas preguntas alternativas: ¿Qué cambios ha traído a tu vida? ¿Qué hubiera ocurrido si hubiera sido peor? ¿Qué factores intervinieron para que no fuera peor? ¿En qué magnitud estás agradecido de que no fue peor?
3. Reflexiona sobre las enseñanzas en tu vida personal y espiritual.
4. Dedica tiempo para recuperarte.

Beneficios:

1. Encuentra un espacio tranquilo.
2. Visualízate en un futuro.
3. Reflexiona sobre el camino que recorriste (pasado) y el que estás viviendo (presente).
4. Piensa en los logros o impactos positivos después de esa pérdida.
5. Reconsidera qué cambios necesitas realizar.
6. Comprende el propósito de tu vida.

Recuerda que en una pérdida o evento traumático es importante llevar un acompañamiento con un terapeuta profesional para atender y recuperar la estabilidad emocional y psicológica.

Reencontrarnos con nosotros mismos y compartir nuestros aprendizajes para dar un mensaje de esperanza es un regalo para tu propio bienestar emocional.