Día de las abuelas y los abuelos.
También conocido como día nacional de las personas mayores, es sin duda un día especial que se celebra en México cada 28 de agosto, esta noble conmemoración, realza el sentir solemne que anida en la memoria y pensamiento de todas las personas al tener en cuenta la inigualable importancia de quienes han sido y seguirán siendo, robustos pilares para la sociedad, la familia, las madres, los padres, así como las hijas e hijos que han tenido la fortuna de tener contacto con sus abuelas y abuelos o alguna persona mayor que con su experiencia ha nutrido y enriquecido su camino por la vida.
Como toda conmemoración, tiene una razón, un motivo que con el paso del tiempo ha sido cubierto por un velo que queda a la espera de ser descubierto, a continuación conocerás algunas de las versiones más populares sobre el origen de esta celebración.
Una de las versiones sugiere que el 28 de agosto fue escogido durante el gobierno de Porfirio Díaz por coincidir con el fallecimiento de San Agustín de Hipona, quien fue un escritor, teólogo y filósofo cristiano.
Otra versión se decanta por otorgar el mérito a Guillermo Marroquín Sánchez quien en 1957 en México durante el congreso panamericano de gerontología (ciencia que estudia la vejez) decidió instituir el 28 de agosto domo día de los abuelos.
En Chihuahua en 1994 por parte de Edgar Gaytán Monzón durante el popular programa de radio llamado la hora azul.
Como podemos observar existen numerosas variantes que apuntan a los orígenes de esta celebración, y no solo en México, a lo largo de varios países se celebra en distintas fechas, por ejemplo, en España lo encontraremos el 26 de julio para recordar a Santa Ana y San Joaquín, padres de la Virgen María y por tanto, abuelos maternos de Jesús, considerándolos como los abuelos por excelencia.
Es claro que el reconocimiento a quien lo merece está sembrado en cada cultura, cada país, cada grupo, cada persona. Mantener estas ideas en la superficie promueve la reflexión de lo que cada uno tiene, de los caminos recorridos por las personas mayores, que son base de la sociedad actual y de cómo el sendero está en proceso para todos.
Todo esto es parte de dirigir el enfoque a esa parte reflexiva y valorar al ser humano, a las personas mayores, a las abuelas, a los abuelos, quienes han sido partícipes de tocar y modificar las fibras que conforman la sociedad, con su experiencia, enseñanza, palabras de aliento, y con esos ojos que denotan una vida de hallazgos. Es importante recordar y mantener estás ideas, para que en un mundo de constantes cambios, sigan nutriendo y formando como solo ellos saben hacerlo.
Estar presente y tomar acción genera grandes cambios, recordar este día puede suponer una gran oportunidad para reencontrar el tesoro de la compañía con esos seres queridos y como parte de este recordatorio, a continuación se presentan algunas acciones que puedes llevar a cabo para que no pase desapercibida esta conmemoración.
- Organiza una comida familiar sorpresa.
- Visiten algún lugar interesante para pasar la tarde.
- Escribe una carta dónde demuestres tu afecto y leela.
- Pasen tiempo rememorando las grandes historias.
Solo tu conoces la mejor forma de acercarte y pasar tiempo con los tuyos, recuerda lo que dicen de las abuelas y los abuelos, pues son quienes llevan plata en el cabello y oro en el corazón.