Día de las niñas y los niños
El 30 de abril de cada año se celebra el día de la niña y el niño en México. Si bien es una celebración que ilusiona a muchas niñas y niños y se convierte en una fiesta, debe ser un recordatorio para las personas adultas, de que las niñas y los niños se encuentran en una fase especial de desarrollo, por lo tanto, se debe priorizar su crecimiento en un ambiente seguro y protector, y es nuestra responsabilidad, desde nuestro rol (madres, padres, cuidadores, docentes, profesionales, personal de gobierno, etc.) garantizar el cumplimiento de sus derechos y brindar oportunidades para su sano desarrollo integral.
Se puede considerar a las niñas y los niños como una población vulnerable pues no se pueden valer por sí mismos y necesitan de cuidados de personas adultas que respondan ante sus necesidades. Si hablamos de vulnerabilidad en la infancia, niñas y niños con discapacidad están expuestos a doble vulnerabilidad (por discapacidad y por ser niñas o niños), pues son un grupo diverso con experiencias de vida muy variadas, que pueden vivir en cualquier comunidad, que nacen o adquieren distintas deficiencias que implican diferentes dificultades funcionales y los convierte en una de las poblaciones más marginadas de todas las sociedades. Entre las barreras que limitan su funcionamiento en la vida diaria y la participación en la sociedad se encuentran: las barreras físicas (acceso a edificios, transportes, espacios públicos, etc.), barreras de comunicación (LSM, accesibilidad en textos, etc.) y barreras en la actitud (discriminación, estereotipos, acoso, lástima, etc.).
Siendo así, las niñas y niños con discapacidad, así como sus familias tienen que esforzarse mucho y trabajar duro para poder adaptarse a un mundo que la mayoría de las veces es inaccesible. En ese sentido, debemos concebir la discapacidad como diversidad humana e implementar acciones en favor de la inclusión, pues como lo menciona La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece que “niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la igualdad sustantiva y a disfrutar de los derechos contenidos en la presente Ley, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los tratados internacionales y demás leyes aplicables”; además, la misma ley especifica que “las autoridades […] están obligadas a implementar medidas de nivelación, de inclusión y Acciones afirmativas […]”
El Día de la Niña y el Niño en México, debe ser el pretexto perfecto para hablar sobre la necesidad que aún existe de acortar la brecha que hace que niñas y niños con discapacidad se encuentren en un estado de doble vulnerabilidad. Quedan muchas cosas por hacer; sin embargo, en los últimos años, esta necesidad se ha vuelto más visible, lo que ha provocado que existan avances significativos, producto de la lucha y demanda social y ciudadana. Es importante recordar que una nutrición adecuada, la estimulación temprana, oportunidades de desarrollo, el cuidado sensible y amoroso son cruciales para que TODAS y TODOS los niños sobrevivan, progresen, aprendan y desarrollen su máximo potencial. Y es nuestra obligación garantizar el cumplimiento de estas necesidades.