La familia resiliente en la discapacidad

La familia juega un rol muy importante en el bienestar y el desarrollo de los que la integran, y este papel se ve trastocado cuando uno de sus integrantes enfrenta una discapacidad. Cuando se recibe la noticia se puede experimentar una serie de emociones que van desde la tristeza y el miedo, incluso la negación del diagnóstico. En muchos casos el proceso es similar a un duelo, lo cual puede llevar tiempo para que llegue la aceptación de la situación.

La discapacidad ya sea auditiva, física, intelectual o sensorial, puede alterar la dinámica familiar, pero también puede favorecer la grandiosa capacidad de resiliencia ya que; La familia en el proceso de asimilar lo que vive desarrolla habilidades para adaptarse, aprender y crecer.

Una de las características principales de las familias resilientes es la capacidad para encontrar recursos en sí mismos y en su entorno con la red de apoyo, ya sea de su misma familia o con otras personas que pasan por una situación similar. Dentro de la red de apoyo están los profesionales que se suman al trabajo con las familias desde la parte médica, la rehabilitación, educativa y psicológica; los cuales brindan una guía muy importante para el crecimiento integral.  

Sin duda la flexibilidad, la empatía, el trabajo en equipo, la paciencia, ser escuchados, y la creatividad, son los grandes aliados en el proceso de las familias, que les ayuda a adaptarse constantemente a los cambios que van surgiendo en el camino.

La familia resiliente; no es aquella que nunca enfrenta dificultades o que no sentirá incertidumbre ante las adversidades, sino la que logra mantenerse unida, adaptarse y transformar el desafío en una oportunidad para crecer. 

Maira Germán 

Coordinador de Educación continua