Los hábitos y el Año Nuevo: una oportunidad para el desarrollo personal y neurológico
El inicio de un nuevo año es un momento simbólico para un nuevo inicio: nos permite reflexionar sobre lo logrado y comenzar a planificar lo que se quiere alcanzar en el próximo año. Estas propuestas de cambio nos permiten fijar nuevos objetivos que pueden ir desde mejorar la salud hasta desarrollar nuevas habilidades cognitivas o emocionales. Sin embargo, lo que realmente es importante es convertir esos deseos o nuevos objetivos en hábitos consistentes a lo largo de un año.
Adquirir un nuevo hábito impacta en gran medida nuestro desarrollo neurológico, esto gracias a la capacidad que tiene el cerebro de reorganizarse y adaptarse constantemente según las experiencias que recibe. Esta capacidad recibe el nombre de neuroplasticidad y juega un papel fundamental en el aprendizaje, ya que el cerebro va generando nuevas conexiones neuronales cada vez que lo activamos, esto a través de un pensamiento o la repetición de una actividad nueva.
Para que estos nuevos objetivos que nos planteamos sean efectivos es importante convertirlos en hábitos sostenibles. Plantearnos metas que sean alcanzables y sobre todo crear una rutina que permita cumplirlos. Al integrar estos hábitos a nuestra vida diaria no solo alcanzamos las metas establecidas para este año, sino que también estamos promoviendo nuestro desarrollo neurológico y emocional, que es algo que perdura a lo largo del tiempo.
LFT. Ana Karen Molina Carrazco
RehabilitadorAFYCC