MIS CALIFICACIONES COMO PADRE

La adolescencia de los hijos(as) es sin duda una gran revelación, digamos que es la etapa donde hacemos un resumen de la manera en la que hemos educado los padres. Vemos a través de la conducta los aciertos y desaciertos, como si fuera un kardex de escuela donde hacemos consciencia de nuestras calificaciones, en él podemos ver todas las materias; las que no cursamos por miedo, en las que nos sentirnos incapaces, en las que no participamos, en las que pasamos muy apenas, y las que obtuvimos muy buenas notas.

Ver el resultado no es para ponerse a lamentar, es para tomar fuerza, leer, usar el sentido común, asesorarnos con algún profesional si lo consideramos pertinente; lo importante es accionar, aprender de la experiencia para cambiar lo que es conveniente y pasar esas materias con una buena calificación.

Algunas posibles materias para cursar son el respeto mutuo, solucionar los problemas que se presenten de inmediato, dejar de culpabilizar y tomar la responsabilidad que a cada miembro de la familia corresponde, hablar asertivamente, aclarar emociones y sentimientos para evitar interpretaciones equivocadas, hacerles saber que siempre estás dispuesto a hablar y escucharlos, y qué se espera de ellos.

Frase para practicar:
“Soy más consciente de lo que siento y me veo actuando asertivamente”.