EL MOVIMIENTO Y LAS CONEXIONES CEREBRALES

Cada vez es más normal que por el ritmo de vida tan apresurado que vivimos hoy en día nuestras actividades se vuelvan cada vez más sedentarias, dejando el movimiento en un segundo plano. Pero, el movimiento es necesario para que nuestro cuerpo pueda realizar y mantener funciones básicas.

Mover el cuerpo requiere de una activación cerebral generalizada, porque aparte de coordinar el movimiento de los músculos implicados en el movimiento que se realice, el cerebro coordina las funciones corporales necesarias para que los músculos funcionen correctamente. También, se encarga de regular el flujo sanguíneo, el consumo de glucosa, la respiración, el ritmo cardíaco, la capacidad del sistema sensorial, entre otras funciones. Por lo tanto, el movimiento activa nuestro cerebro.

Cuando comenzamos a movernos, en nuestro cerebro se llevan a cabo una serie de procesos que permiten la generación de nuevas neuronas; a esto se le llama neurogénesis, lo cual permite que nuestro cerebro esté en constante restructuración, favoreciendo la aparición de nuevas conexiones cerebrales, o bien, fortaleciendo las conexiones ya existentes. A este proceso de restructuración se le conoce como neuroplasticidad y está presente en todas las etapas de nuestra vida, aunque sus efectos son mucho más evidentes cuando somos pequeños.

El artículo “La actividad física modifica el cerebro”, publicado en el sitio web de la revista Muy Interesante, menciona un estudio realizado por la Universidad de Uppsala en el cual se clasificaron a 331 personas de 75 años de acuerdo con su actividad ya sea ligera o intensa, siempre y cuando se desarrollara en un mínimo de 30 minutos diarios. Los resultados mostraron que el nivel de actividad física tenía una relación positiva con el estado cognitivo general de las personas y con una mayor fluidez verbal; al mismo tiempo que estas presentaban un incremento en la velocidad en la que resolvían una tarea de atención alterna y de memoria.

Algunos beneficios que nos trae el movimiento, además de la generación de nuevas neuronas, son:

  • Mejora las funciones ejecutivas, es decir, nos ayuda a cumplir tareas complicadas o resolver problemas complejos.
  • Mejora la capacidad de concentración.
  • Aumenta la flexibilidad cognitiva, es decir, permitirnos pasar de una tarea a otra y ajustar nuestra atención.
  • Mejora la memoria a largo plazo.
  • Ayuda a mantener la materia gris, responsable de la transmisión de la información y de la agilidad de pensamiento. La disminución de esta puede traer algunas enfermedades como el Alzheimer.