Respeto y sororidad: El camino hacia una sociedad sin violencia de género
El 25 de noviembre es considerado el día internacional para hablar sobre temas de violencia de género, específicamente la violencia hacia la mujer. Este conmemorativo día tiene más de 20 años abriendo espacios de diálogo, reflexión y concientización sobre los distintos tipos de violencia que viven las mujeres día con día.
La violencia contra la mujer puede manifestarse de múltiples formas, que van desde la violencia verbal, psicológica, física, dentro del núcleo familiar, laboral, institucional, a nivel comunidad, hasta llegar al acoso, hostigamiento sexual o feminicidio. Y es cuestión de observar algunas cifras para dimensionar la magnitud del problema, considerando que, en México, de acuerdo al INEGI, son 9 las mujeres asesinadas AL DÍA, y lo más alarmante es que los agresores generalmente son seres cercanos a ellas (parejas, compañeros de trabajo, familiares o amigos). Explicar por qué es urgente tomar acción al respecto me parece sobrado. De igual forma, las consecuencias que puede tener, puesto que impactan negativamente el desarrollo de la mujer, afectando su autoestima, seguridad, y estabilidad emocional, entre otros. Por ello, es importante conocer qué podemos hacer como sociedad para respetar y promover la seguridad e integridad para ellas.
Desde casa y a edades tempranas, es fundamental reforzar en nuestras hijas su seguridad y autoconfianza para que aprendan a establecer límites, desarrollar la capacidad de expresar sus ideas y hacerse escuchar asertivamente. A nuestros hijos educarlos sobre el respeto, compañerismo y equidad de género, haciéndoles partícipes en las dinámicas del hogar y repartiendo los deberes sin hacer mayor distinción entre géneros. Conforme avanza la edad, enseñarles que a las amigas y compañeras se les escucha, toma en cuenta, se respeta su opinión y se les da el peso que estas representan. Con la pareja, algo fundamental es el tema del consentimiento, que no es más que un acuerdo entre ambos para conocer límites sobre las prácticas que realizan y evitar caer en distintos tipos de violencia como la emocional, psicológica e incluso física o sexual.
Como mujeres también debemos promover el respeto y la sororidad, es decir, solidaridad hacia otras mujeres, evitando hacer críticas, juicios y respetando la vía por la que cada mujer llega a la autorrealización, ya sea siendo madre, profesionista, deportista, etc.
La violencia es lamentable en cualquiera de sus versiones, hacia cualquier ser vivo y no es exclusiva de un género, sin embargo, por años las mujeres han sido blanco fácil de todas sus representaciones, por tanto, como sociedad tenemos el reto y el deber de promover espacios y acciones libres de violencia. Estamos a tiempo de ser parte del cambio que queremos ver en nuestra sociedad, ¿Te unes?