En conmemoración del día mundial de la no violencia, queremos mostrarte acciones para apoyar a la infancia a ser más resiliente, sobre todo después de algún acontecimiento doloroso o traumático. El confinamiento por la pandemia trajo consigo estragos importantes en aspectos emocionales. Por lo que a continuación daremos un espacio para plasmar una de las preocupaciones de los padres de familia y cuidadores con la siguiente pregunta: ¿cómo puedo apoyar a las niñas y niños a afrontar las desilusiones o el dolor?
Es a partir de la resiliencia que las personas pueden sobrellevar el sufrimiento y el dolor, aunque nadie está exento de estas situaciones, todos podemos sobrellevarlo, aprender y continuar con una nueva mirada. De acuerdo con Cyrulnik y Anaut (2016) la resiliencia es: La posibilidad de volver a la vida después de una agonía psíquica traumática o en condiciones adversas.
La intervención de un adulto en la infancia puede hacer la diferencia para desarrollar habilidades de resiliencia. Ya que, no es un proceso individual, es más bien un proceso social. Se necesita del otro para poder sobrellevar la situación.
A continuación, les compartimos algunas sugerencias que pueden ayudar sus hijas e hijos a ser más resilientes:
1: Aprender a cuidarnos: Nuestro instinto de supervivencia nos mantiene físicamente con vida, pero en el caso de la salud mental es más complejo. Por eso, en muchos casos, vemos a personas realizar acciones o exponerse a situaciones que atentan contra su mente, de forma consciente o inconsciente. Es importante tener en cuenta desde la infancia el valor que tenemos en los ámbitos biológico, psicológico, social y espiritual y la capacidad que tenemos tanto de desarrollar, mejorar y crecer, como de dañarnos a nosotros mismos o herir a los demás. Es importante desarrollar las capacidades de autocuidado con su hijo en relación con su edad.
2: Desarrolla su autoestima: La confianza en uno mismo es muy valiosa para tener niñas y niños mentalmente sanos y resilientes. Reconozca sus logros y de felicitaciones por sus victorias. Ser capaz de brindar compañía en momentos de adversidad y recordarles que puede enfrentarse a las situaciones y resolverás con las habilidades que tiene o que puede desarrollar, es de suma importancia
3: Entender que los obstáculos y dificultades son algo normal: A nosotros como adultos (que tenemos un mayor conocimiento del porqué de las cosas) nos llegan a frustrar algunas situaciones imprevistas, es lógico que la frustración y la confusión en niñas y niños sea mayor, pues aún ignoran o perciben de forma diferente algunos elementos propios de la vida. Ayúdales a aceptar estas dificultades como algo que puede suceder, pero que se pueden superar y convertir en oportunidades de cambio y de mejorar.
4: Desarrolle sus redes de apoyo: En casos de crisis y dificultades, las personas que nos rodean, nos quieren y estiman son sumamente relevantes. Si bien, ante los desafíos de la vida, nosotros tenemos la responsabilidad de cambiar y mejorar nuestra situación, las personas con las que convivimos pueden ayudar de diferentes formas. Desde palabras de aliento o consejos, hasta simplemente pasar un momento en completo silencio, pero en compañía del otro. Fomenta en tu niña o niño una buena relación con su familia, también el hacer amigos y coméntale la importancia de estos. ¡No hay nada como un buen momento con las y los amigos o la familia después de un mal rato!
5: Muéstrele que puede ayudar a otras personas: Ayudar al prójimo siempre nos da una sensación de bienestar, porque entre otras muchas cosas, nos hace sentir capaces. Si podemos ayudar a otros con sus problemas o tareas, también podemos ayudarnos a nosotros mismos. Hazle ver a tu hija o hijo que es capaz de apoyar a otras personas. Es importante que se involucren con las tareas de limpieza y organización doméstica (cosas como barrer o lavar los platos, todo en proporción a su edad). Ayúdales a identificar cómo puede aportar a las personas a su alrededor en distintos lugares y situaciones.
Finalmente, es muy importante aclarar que, ante situaciones muy difíciles de sobrellevar, lo ideal sería buscar ayuda psicológica profesional. Siempre se puede buscar a terapeutas que nos transmitan confianza para poder guiarnos y resolver esta situación con nuestras hijas e hijos de forma sana y segura.
“En mitad del invierno, finalmente aprendí que había en mí un verano invencible.” – Albert Camus
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