En la actualidad sabemos que la lactancia materna trae consigo un gran número de beneficios en comparación con el biberón, entre ellos que ayuda a reforzar el sistema inmune y beneficia en el desarrollo físico del bebé, lo cual se ha comprobado a través de diferentes estudios.
De la misma forma existen otros mitos o ideas alrededor del tema, como la creencia de que la lactancia vuelve a los bebés más inteligentes. Hasta el momento no se ha podido comprobar científicamente, pero no se deja de lado la posibilidad de que exista una relación significativa entre ellas.
Según la página de internet psicologiaymente.com, donde se cita una investigación realizada por Horta, Loret de Mola y Victoria en el año 2015, parece existir una relación entre la lactancia materna y un mejor rendimiento en las pruebas que miden el coeficiente intelectual. Todo esto no tiene que deberse específicamente a la leche materna en sí, sino está más relacionado a la mayor interacción entre el bebé y su madre, lo que provoca un incremento en la estimulación que el bebé recibe.
Además de esto, se encontró que la lactancia materna no solo se asocia con el aumento en el coeficiente intelectual, también podría influir en el rendimiento académico en general y en el nivel de ingresos durante la edad adulta, aunque esto último también puede estar ligado a muchos otros factores.
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