En ocasiones no nos tomamos el tiempo suficiente para profundizar y tener una mayor claridad de nuestra razón de vivir. Una de las claves para descubrir esto es revisar constantemente nuestra misión personal, la cual debe de ir madurando con el paso del tiempo, sin perder la base de nuestros valores.
A continuación algunos puntos importantes:
- Inspírate en alguna persona que admiras.
- Descubre tu vocación a través de las cosas que te producen sentimientos de utilidad.
- Enlista las cosas que haces con pasión.
- Recuerda los procesos que te dejaron aprendizajes significativos.
- Asimila los resultados que más has disfrutado.
- Reconoce las cosas en las que eres bueno y que amas hacer.
Recuerda, el equilibrio en el ser humano radica en tener claridad de lo que siente, piensa, y hace, es decir, todo lo que sucede tiene un sentido, lo importante es reconocer lo que la vida te ofrece y tomar de ella lo que quieres de acuerdo a tus necesidades. Solo hay que tener cuidado para no confundir necesidades con deseos, ya que los efectos pueden ser negativos.
Cada vez que te sientas insatisfecho y con sentimientos de inutilidad, regálate un momento para respirar y analizar lo que sucede, así encontrarás nuevos caminos y aprendizajes.
Las experiencias de la vida me dan claridad
del sentido que tiene todo lo que hago.
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