El masaje constituye una de las formas más antiguas de tratamiento, la cual ha logrado prevalecer hasta nuestros días. Es importante tener en cuenta que los seres humanos somos seres que respondemos de manera positiva al contacto, por lo cual es considerado una técnica que trae consigo muchos beneficios, especialmente cuando somos pequeños.
Antes de que los bebes desarrollen sus habilidades, su forma de comunicación con el medio que los rodea es a través del tacto, es aquí donde masajearlo se convierte en una conexión maravillosa entre el mundo externo y su bebé.
Algunos de los beneficios de masajear a los bebés son:
- Puede ayudar con algunas afecciones digestivas como gases, flatulencias, cólicas y estreñimiento; así como también ayuda a aliviar la tensión muscular.
- Además de eso el masaje fomenta el vínculo afectivo entre los padres y sus hijos, lo que trae muchos beneficios en los aspectos sociales del bebé.
- Otro de los beneficios que se considera más de los conocidos es su efecto calmante, este no ayuda solo con los cólicos sino que también les ayuda a conciliar el sueño.
- Pero uno de los beneficios más importantes es que a través de los masajes ayudamos al desarrollo neurológico de nuestros bebés. Con el simple hecho de acariciarlos o mantenerlos en brazos, estamos estimulando su sentido del tacto y es gracias a esto que las conexiones cerebrales se refuerzan o bien se crean nuevas.
¿Cuándo comenzar y con qué frecuencia realizarlo?
Se recomienda como un ideal iniciar con los masajes justo después del nacimiento del bebé. Siempre es importante tener en cuenta la condición en la cual se encuentre el bebé y consultarlo con su médico en caso de ser necesario.
La frecuencia depende directamente de los padres, pero específicamente del bebé, ya que el quien marcará los tiempos ideales para realizar esa actividad.
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