Los juguetes son objetos diseñados específicamente para entretener y divertir, pero también ayudan a estimular la imaginación y establecer relaciones con el mundo imaginario y la realidad. Son antiguos y universales, y en ocasiones son elaborados por los mismos niños.
El juguete ideal es aquel que es adecuado para cada etapa del desarrollo del niño y que además le ofrece posibilidades de descubrir y aprender cosas nuevas, ya que le permite conocer formas, colores, sonidos, ideas o practicar nuevas habilidades físicas. También le permite estructurar ideas, aprender a socializar y compartir sus sentimientos.
Para saber si es el ideal, puedes tomar en cuenta lo siguiente:
- Al elegir un juguete considera la edad del niño, ya que debe ser estimulante, provocar satisfacciones y no frustración.
- El juguete debe facilitar la emisión de fantasías y tener la posibilidad de crear, por ejemplo, los cubos o bloques.
- Debe ser atractivo y recreativo.
- Estimulante sensorial: auditivo, táctil, visual, motor, entre otros.
- Favorecer la interacción y la socialización.
- Los materiales con que esté elaborado no deben ser tóxicos, no deben astillarse, tener estructuras filosas o partes muy pequeñas que puedan ser aspiradas o tragadas por el menor.
El desarrollo infantil está estrechamente ligado con el juego. Es una actividad placentera con la que el niño inicia su relación con su entorno. Debe darse libremente y puede aprovecharse para transmitir experiencias enriquecedoras y conocimiento, siempre respetando las ideas y emociones del niño.
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