“Los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los alumnos perciben interacciones y responden a sus ambientes de aprendizaje”, Alonso C.
Dentro del salón de clases existen distintos estilos y estrategias que los alumnos emplean a la hora de aprender y organizar la información que se les brinda; cada uno trabaja a su propio ritmo, velocidad y preferencias, aún cuando todos reciban la misma información, habrá diferencias entre ellos en los conocimientos adquiridos.
Como educador es importante conocer estos estilos de aprendizaje, considerarlos como una herramienta valiosa e integrarlos en el método de enseñanza. Es común que los alumnos combinen distintos estilos, por eso es recomendable hacer variaciones metodológicas y didácticas que permitan a los estudiantes tener experiencias variadas para llamar su interés y así adquieran aprendizajes efectivos.
Un ejemplo para entender los estilos de aprendizaje es el modelo de Bandler y Grinder, el cual considera tres sistemas para representar mentalmente la información. Éste se conoce como modelo VAK:
- Visual: recuerda imágenes abstractas, tiene la capacidad de planificar y aprende mejor cuando lee o ve la información
- Auditiva: Aprende mejor cuando la información que recibe es de manera oral y cuando puede hablar y explicar la información a otra persona
- Kinestésica: Procesa la información asociándola a sensaciones, emociones y movimientos corporales, aprende cuando realiza actividades experimentos o proyectos.
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