SIEMPRE GRACIAS
¡Feliz día de la maestra y el maestro!
Hay personas que nos marcan para toda la vida, que dejan una huella indeleble en nuestra historia. Hay personas que nos dejan un aprendizaje que nos acompañará por siempre y que, probablemente, también nos toque enseñar a alguien más.
Ser maestra o maestro y trabajar en pro de la enseñanza, ser modelo de educación e imagen de sabiduría de quienes aprenden de ustedes, debe ser siempre un motivo de reconocimiento.
Te debemos reconocer el levantarte todos los días en búsqueda de construir un mejor futuro a través de esas niñas, niños y adolescentes a los que transfieres tus conocimientos.
Te debemos reconocer que sigues adelante a pesar que tu bolsillo no reciba ni la mitad de todo lo que tú das.
Te debemos reconocer que siempre das un extra, aunque no se te pida; y cuando se te pide y lo das, nunca es suficiente para quienes no entienden tu labor.
Te debemos reconocer porque a pesar de que las condiciones son adversas, no te detienes y encuentras la manera de ir cumpliendo tus objetivos.
Te debemos reconocer que haces más de lo que debes, porque no solo brindas contenido escolar, también abrazas, consuelas, curas algunas heridas y acompañas en momentos necesarios.
Te debemos reconocer que estás actualizándote constantemente para brindar más y mejor calidad siempre.
Te debemos reconocer que tú sabes cuáles son las necesidades de nuestras niñas, niños y adolescentes y jamás te son indiferentes.
Y, sobre todo, te debemos. Siempre vamos a estar en deuda contigo. Maestra, maestro, siempre te vamos a deber por enseñarnos. Enseñarnos a amar nuestro país, a convivir con los demás, a compartir lo que tenemos y sabemos.
Y, sobre todo, me enseñaste que, aunque me saliera de la raya, me cayera en el recreo, no hiciera mi tarea o se me olvidara la cartulina, siempre tengo otra oportunidad de seguir aprendiendo de ti y de lo que pasó. Gracias por tanto y perdón por tan poco.
Gracias, siempre gracias.